Anselm Kiefer / Angeles Caídos / Palazzo Strozzi / Florencia
Anselm Kiefer encanta a Florencia con sus “Ángeles caídos”, un recorrido por obras históricas y nuevas producciones
ArtePuntaMarcelo RozemblumEn el Palazzo Strozzi, tras el éxito de la anterior exposición dedicada a Anish Kapoor, los visitantes quedan ahora impactados por otro genio del arte contemporáneo: Anselm Kiefer.
Ángeles caídos es la nueva gran exposición en el corazón de Florencia, un viaje introspectivo a través de la obra de uno de los más grandes artistas de nuestro tiempo.
La exposición, comisariada por Arturo Galansino en exhibición hasta el 21 de julio, se dedica al arte de Anselm Kiefer, maestro alemán conocido por su experimentación con diversos materiales como semillas, pan de oro y metales, enriquecida con profundas referencias filosóficas, literarias e históricas.
El acervo intelectual de este artista visual es tan inabarcable como su obra. La lectura es su fuente principal de inspiración y sus intereses recorren la mitología, la religión católica en la que se educó, pero también los textos místicos judíos, que despertaron un gran interés en el autor cuando sintió la necesidad de saber sobre el pasado de su Alemania natal, en una época en que la memoria quería ser enterrada. La filosofía, la historia, la alquimia, la ciencia, la literatura y la poesía inspiran su obra y su pensamiento. Todo ello se encuentra reflejado en esta exposición con infinitos significados. Para Kiefer el arte interviene cuando el debate esta abierto a diferentes opiniones y conceptos.
El recorrido expositivo comienza en el patio interior del Palacio Strozzi donde tradición y contemporaneidad se unen a través de una obra impresionante: hablamos de una espectacular lienzo de más de 7 metros de altura creado especialmente por el artista y titulado Engelssturz o Caída del Ángel.
La obra está inspirada en San Miguel Arcángel de Luca Giordano y representa al arcángel que expulsa del cielo a los ángeles rebeldes. La escena capta la mirada de los visitantes desde el primer momento, invitándonos a reflexionar sobre la lucha entre el bien y el mal, sobre la relación entre el cielo y la tierra, el espíritu y la materia.
Las ocho salas del Piano Nobile que componen el itinerario expositivo interno acogen al visitante en un ambiente único, en el que admirar obras de cuadro, escultura, fotografía Y instalaciones que crean un contraste armonioso con la arquitectura renacentista del palacio, un diálogo fascinante entre diferentes épocas y estilos.
En las obras expuestas encontramos símbolos recurrentes como girasoles, serpientes, plantas, escaleras, que nos guían en una exploración del alma humana, entre la luz y la oscuridad.
El arte de Kiefer explora el tema universal de caer y de renacimiento, despertando la ansiedad inicial a través de la destrucción, situación que precede al renacimiento. Segundo Kiefer “Los escombros son como la flor de una planta; son el pináculo radiante de un metabolismo incesante, el comienzo de un renacimiento“
Nos centramos en la sexta habitación donde te encontrarás completamente inmerso en las pinturas del artista. Una gran mesa con espejo colocada en el centro crea un efecto de implicación total para el visitante que parece adentrarse en el mundo escenográfico de Kiefer.
Son 60 las obras que componen la sala inmersiva, pinturas descoloridas por la radiación, colgadas en las paredes y techo de la sala, que nos invitan a reflexionar sobre la fragilidad de la vida. Para Anselm Kiefer, la destrucción misma se convierte en un medio de expresión artística, una metamorfosis que experimenta al dejar sus cuadros al aire libre y someterlos a procesos de electrólisis que alteran su forma.
La exposición es un viaje alegórico a un mundo evocador y estimulante a través del arte en capas de Kiefer, en el que los diferentes materiales utilizados parecen dar forma y consistencia a las emociones haciendo que los pensamientos del artista sean casi tangibles.
Ver una exposición de Kiefer es mucho más que una experiencia estética. Sus obras simbolizan su pensamiento, un pensamiento reflexivo que tiene sus fuentes en los libros. El conocimiento y la poesía son el motor que enciende sus obras. Para Kiefer "arte y poesía son la única realidad en nuestras vidas, el resto es pura ilusión. Es el anclaje en el infinito vacío". Para que su proceso creativo y destructivo, (ambos unidos) se ponga en funcionamiento tiene que haber algo que violente su pensamiento. Su obra está en un perpetuo estado de evolución, nunca está concluido. Kiefer explica que vuelve a sus obras, las saca de la oscuridad y les otorga una nueva luz, nuevos estados. La vibración por sus obras sólo termina cuando las obras dejan el estudio, cuando ya no puede volver a ellas. S
u obra es ampliamente reconocida pero su pensamiento y sus escritos son brillantes y sólo pueden producir admiración y respeto a todos aquellos interesados en saber qué es el arte y qué es un artista. exposición de Anselm Kiefer en el Palazzo Strozzi es una invitación a afrontar las grandes cuestiones de la existencia: ¡Una experiencia imperdible para los amantes del arte y más allá!
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