RODOLFO LOPEZ REY | ARQUITECTO Y COLECCIONISTA

Desde noviembre de 2019 a marzo de 2020, el Museo Gurvich expuso una selección de obras de la colección del arquitecto Rodolfo López Rey. En su gran mayoría fueron donadas por López Rey al museo, en un gesto de inusual generosidad en el Uruguay. La muestra se acompañó de un bello catálogo focalizado en dos aspectos: el coleccionista y el arquitecto, donde en forma breve se relataba la imbricación entre el hacedor arquitecto y su pasión por el arte.

En este libro queremos desarrollar esa propuesta inicial presentando la evolución del trabajo de López Rey en el marco de la época, su formación, relaciones y amistades, así como su creciente compromiso con el arte, con renovada documentación gráfica y fotográfica. El primer texto, del arquitecto Rafael Lorente Mourelle, relata, a modo de presentación, el período de formación académica de López Rey, sus referentes, sus primeros pasos en la actividad profesional y el inicio de su colección de arte. El segundo, a cargo del arquitecto Pablo Frontini Antognazza, analiza la evolución y las características de su trabajo arquitectónico. Finalmente, presentamos una selección de sus obras más destacadas con fotografías de Julius Shulman, Eduardo Mazzeo y Pablo Frontini.

El talento de López Rey se nutre de una amplia variedad de intereses ligados a las artes visuales, que trascienden largamente el ámbito de la arquitectura y que explican parte de la riqueza de recursos formales que ha desplegado en sus proyectos. En especial, el interés de López Rey por la pintura no es, en absoluto, independiente de su actividad arquitectónica. El universo visual que lo acompaña día a día, y que ha construido y consolidado a lo largo de los años, tiene una fuerte coherencia plástica derivada de la mirada de pintores como Joaquín Torres-García, José Gurvich, Rafael Barradas, Pedro Figari, Manuel Pailós, Vicente Martín —a quien lo unía una fuerte amistad— y muchos otros que definieron cualidades estéticas precisas y acordes con su sensibilidad personal.

Coherencia estructural, equilibrio formal y consistencia constructiva, unidos a una determinante continuidad —permanentemente reelaborada— de la tradición artística moderna, son sólo algunos de los principios estéticos que emanan de su colección pictórica y se entrelazan con los de su propia producción como arquitecto. La obra arquitectónica de López Rey se construye en base a un dialogo formal permanente, —cimentado en un depurado oficio y un refinado sentido de la forma— con sus referencias, lo que ha forjado el camino de todos quienes han producido grandes obras a lo largo de la historia. Sus aportes provienen desde su subjetividad, sustentada en las circunstancias vitales propias, que le permiten desarrollar una caligrafía arquitectónica única, con la que ha consolidado zonas relevantes de Montevideo y Punta del Este.

Una estrecha relación con la modernidad europea y norteamericana se fue desarrollando a lo largo de toda la trayectoria arquitectónica de López Rey, —estableciendo una compleja conexión con sus maestros, de orden fundamentalmente visual— que sin negar su genealogía, alcanza resultados verdaderamente extraordinarios.

Autor/es: Rafael Lorente Mourelle, Pablo Frontini, Eduardo Mazzeo