La Bienal de Venecia ha mantenido su posición como una de las manifestaciones más prestigiosas y exhaustivas en el ámbito de la cultura visual, particularmente en el contexto occidental. Sin embargo, para el 0,1% más adinerado, esta exhibición también sigue siendo percibida como la feria de arte más exclusiva y discreta del mundo."

La Bienal de Venecia puede ayudar a lanzar la carrera de un artista al presentar su trabajo a la atención de curadores y galerías. 

Nuevos lienzos de la joven pintora abstracta británico-nigeriana Jadé Fadojutimi, cuatro de cuyas obras se habían vendido por más de 1 millón de dólares en subastas recientes, causaron “una locura por el coleccionismo” en la anterior bienal, según ​​Josh Baer, galerista, escritor artístico y asesor de los coleccionistas de arte más influyentes del mundo.

Arte y dinero han mantenido una relación encubierta en la Bienal de Venecia  “Era considerada un instrumento de comercialización del arte. ”, explica el sitio web de la bienal. Desde entonces, las obras han estado silenciosamente disponibles para su compra si los coleccionistas contactan a los galeristas de los artistas.

La Bienal de Venecia era esencialmente una feria de arte cuando se inauguró en 1895, una exposición construida específicamente para establecer un mercado para lo que entonces se consideraba arte contemporáneo. Desde 1942 hasta 1968, incluso hubo una oficina oficial, dirigida por el comerciante de arte italiano Ettore Gian Ferrari, que ayudó a encontrar compradores para las obras que se mostraban en la exposición. Es decir, siempre y cuando a los artistas (y sus galerías) no les importara que Ferrari se llevara el 15 por ciento del precio de venta de la Bienal y el 2 por ciento para él.

"El dinero ha llevado el arte a un nivel asombroso", dice Anish Kapoor, el escultor indio británico y uno de los artistas más exitosos del mundo, cuyas obras se han vendido habitualmente a precios elevados de seis cifras en ferias de arte internacionales en los últimos años. años.

Kapoor compró recientemente el majestuoso Palazzo Manfrin en Venecia, donde funciona su talle y alberga una colección de la obra del escultor indio británico. 

El "lugar extraño" de la cultura occidental. "La cultura occidental está en una crisis muy, muy, muy profunda", dice Kapoor. "No somos fabricantes de artículos de lujo, y eso atrae a los artistas a los mercados de artículos de lujo", añade. “Estamos en un lugar extraño. Estamos verdadera e inconscientemente entre lo que solía ser el mundo y lo que podría ser, desde el cambio climático hasta el malestar político, lo que sea”.

Se hacen muchos negocios en las Bienales. Así es como el mercado del arte baila delicadamente en Venecia Claro, no todo se trata de ventas, pero al menos se trata un poco de ventas.

La primera regla de las ventas en la Bienal de Venecia es que no hablamos de ventas en la Bienal de Venecia. El único propósito de la exposición es "poner el arte a disposición de la gente para fomentar nuevos pensamientos y formas de ver el mundo, en lugar de vender obras", dijo a Artnet News Ralph Rugoff, director artístico del evento en 2019.

El arte y el comercio permanecen siempre entrelazados en la Bienal de Venecia.